«Lo que se quiera decir al momento»

Sócrates, el filósofo, recibió una vez una contestación grosera de uno de sus discípulos. Sócrates guardó silencio pero al día siguiente lo reprendió.
«Maestro-le dijo el discípulo-¿por qué no me dijo esto ayer?
«Porque ayer estaba muy enojado-respondió Sócrates-y no hubiera podido llamarte la atención sin exaltación».

Tenemos la idea de que cuando tenemos algo que decir a una persona como respuesta debe ser en el momento, en la situación en la que se encuentran, y hacerlo después ya no aplica. Sin embargo, a veces ocurre que en el momento estemos ofuscados, bloqueados, no sepamos que decir, enfurecidos, o no nos acordemos de ciertos detalles.

A veces nos queda la desagradable sensación de «debí haber dicho esto», «no debí haber dicho lo otro», «hubiera sido mejor contestar de X manera», «se me olvidó decirle que…», «no me acordé de…», «tal vez me excedí», «debí haberme portado de tal manera», «debí haberle respondido así». Se nos ocurre que debimos haber dicho cuando el momento ya pasó, lo cual es bastante desagradable.

Cuando alguien realmente se porta mal o por el enojo procedió de manera incorrecta diciendo cosas de las que luego se arrepiente, en cualquier momento y siempre se aceptan las disculpas, pero si se trata de una injusticia en la que nosotros perdemos y en la cual es necesario aclarar algo nos dicen «debiste haberlo dicho en su momento, ya no lo hagas».

El ejemplo de Sócrates nos dice que es válido dejarlo para después y que se tenga tiempo de pensar, o de adquirir valor, o tiempo de calmarse o de ver las cosas más fríamente y evitar discusiones a las que a nada se llega.

Un comentario en ««Lo que se quiera decir al momento»»

  • el noviembre 2, 2010 a las 10:29 pm
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    Sabia reflexión e interesante blog. Un saludo.

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