Que se piensa de la timidez y qué es

Para empezar hay que decir que existen diferentes grados de timidez y casi toda la gente, en algún momento de su vida, puede llegar a sentirse insegura en determinada situación. De lo que se hablará aquí es de la timidez, digamos, crónica y cotidiana.

Debo decir que he sido una de las personas más inseguras y extremadamente calladas que ha habido, y aunque he leído bastante al respecto y he realizado mis esfuerzos por vencer este problema tengo un bloqueo muy grande.

Para algunos, la timidez denota a una persona limpia, inocente, tierna, sencilla, humilde… en cambio, otros piensan mal de las personas tímidas, las tachan de egoístas o engreídas o les tienen un poco de pena.

¿Una persona tímida es limpia e inocente? tal vez, pero no necesariamente; no depende una cosa de la otra.

¿Tierna? Generalmente un tímido es alguien que se esconde y encierra en sí, pero además es un poco penoso para demostrar hacia otros afecto o simpatía. El miedo al rechazo, a las burlas, o simplemente no sentir dar la talla. «No creo que nadie necesite gran cosa de mi o no me siento suficiente». Sin embargo con la gente de más confianza pueden ser un poco más abiertos, al menos más que con el resto de la gente, no siempre totalmente.

¿Sencilla y humilde? En realidad las personas tímidas tenemos una preocupación exagerada por la impresión que causemos… y eso en el fondo denota mucho orgullo. Entendiendo el orgullo como el deseo de tener un sentimiento de gran valía, que siente que las críticas, las burlas, el rechazo y el ridículo hacen heridas muy profundas y/o provocan una vergüenza muy difícil de superar… en días, meses o tal vez años. Sé que una persona realmente sencilla y humilde es auténtica, se muestra como es sin tanta preocupación, y aunque no lo desea tampoco se deja derribar si la critican o la rechazan o no fue tan buena en algo.

El efecto de un rechazo podría durar toda la vida. Y ante las críticas un tímido podría ponerse a la defensiva para proteger un poco ese de por si muy lastimado y maltrecho ego («me quieren hacer sentir basura pero no lo soy, aunque si me lo hacen sentir un poquito»).

La timidez y la soberbia ¿en qué se parecen?

timidez, agradarHay quienes comparan la timidez con la soberbia pero no son exactamente lo mismo, aunque si tienen una causa en común. La soberbia es sobreestimación de uno mismo, la timidez es lo contrario, pero hay aspectos en donde se identifican por completo. Se les puede considerar tal vez hermanas o primas.

Los tímidos, a diferencia de los soberbios, sabemos que no somos tan perfectos como quisiéramos ser y existe ese miedo de fallar. Es tener siempre la sensación de no ser suficiente, de que otros si saben como comportarse, como ser y como desenvolverse y nosotros no. Es querer ser siempre aceptados, pero a la vez tener un gran miedo al rechazo.  Además está el miedo ante los demás, de ser torpe, de decir una tontería, de verse o actuar como tonto, hacer un ridículo y que los demás se le pueden quedar mirando como a un bicho raro, o con burla, o con desagrado o como algo anormal fuera de este mundo; de ahí viene tanta vergüenza. Es como si los demás fueran gigantes y uno muy pequeño.

También es mucha inseguridad para actuar, para proponer, para tomar iniciativas, y alguien demasiado tímido puede evadir posiciones en las que deba tener algún tipo de liderazgo.

La soberbia, en cambio, es sentirse más que los demás y creer ser el mejor; pensar que se debe ser preferido por encima de otros y ser solo merecedor de alabanzas. Se dice que detrás de la soberbia hay en realidad un gran complejo de inferioridad, por eso viene la necesidad de reafirmarse y superar a todos. Nunca reconocería esta persona que es insegura y que tiene complejo de inferioridad, ni siquiera para sí misma. El tímido, en cambio, si está consciente de ello y lo admite: sus inseguridades, su sentimiento de fracaso, sus defectos.

flowers-688503_640La timidez, y lo que se conoce como soberbia, son dos extremos que sin embargo tienen el mismo fondo y parten del mismo origen: el orgullo o sentimiento de valía que quiere mantenerse intacto. Ambos no toleran bien la crítica (y aunque el tímido terminara aceptándola de todas maneras queda apenado y baja uno o dos grados la valoración de si mismo). Ambos quieren ser admirables o simplemente hacer todo bien, no fallar ni decepcionar, pero el tímido sufre, se retrae y se esconde, mientras que el soberbio quiere pensar que si lo es: admirable, incuestionable, superior y capaz.

No es soberbio alguien que se reconoce como valioso e importante aunque admita no ser perfecto, pero sabe que tiene mucho que dar. Asimismo también considera valiosos a los demás y no siente la necesidad de compararse ni de superarlos, ni hace caso cuando otros tratan de hacerlo. El complejo de inferioridad es un comparativo con los demás y sentir que se pierde.

El origen de la timidez

El origen de la timidez pudiera ser parte del temperamento con el cual ya se nace y actualmente se comienza a hablar sobre la existencia de un gen de la timidez que inhibe la socialización desde que se es niño, un sentimiento de intimidación ante los demás.

Si por naturaleza se es introvertido y los demás se burlan o lo hacen sentir que es diferente a los demás o raro empeoran la situación (aunque ser introvertido, que no le llama mucho la atención socializar, no necesariamente implica también ser tímido; es decir, algunas personas pueden ser introvertidas pero no por ser inseguras).

O bien, la timidez se desencadena por tristes experiencias en la niñez o temprano en la adolescencia, en la que otras personas pusieron o nosotros mismos pusimos en duda nuestro propio valor. Hasta un trauma de cuando se es todavía bebé puede desencadenar el complejo de inferioridad.ser timido

Así, probablemente uno puede nacer o volverse tímido, o ambos a la vez. Digamos que alguien tiene propensión a la timidez pero se agrava con ciertas vivencias, cosas que le hayan dicho, o lo hayan comparado, o creencias propias de que debe ser mejor o superar a alguien.

En cuanto a otros, hay que recordar el dicho de “nadie te puede hacer sentir inferior sin tu consentimiento”. Los demás solo tienen el poder que nosotros les damos.

Pero la timidez llega a arraigarse tanto que no es fácil deshacerse de ella por más que se racionalice y se comprenda, puesto que también es una costumbre comportarse de cierta manera y no se tiene práctica para comportarse de otra.

La timidez también es como un escudo protector y hay que tener mucha decisión y valor para renunciar a esa protección y exponerse.
timidez

vergüenzaY lo peor es cuando se nota lo inseguros que nos sentimos. Es una lucha diaria en la que hay que vencer la preocupación por la impresión que causemos, y no solo eso, también es sumamente importante valorarse con todas nuestras cualidades y todos nuestros defectos. Nadie es más ni menos que nadie y nadie es perfecto.

Yo estoy en una edad madura y es tan fuerte que no lo he podido superar del todo por más que lo razone, por más que interiorize y lo comprenda. Sostener una conversación con una sola persona también se me dificulta.

¿Puede haber egoísmo en la timidez? ¿O la timidez parece egoísmo?

A los que nunca han sido tímidos puede resultarles más fácil decir que la timidez es síntoma de egoísmo. Esto es por el hecho de no compartir más con los demás debido a la preocupación por la impresión que causemos, la cual parece nos importa más. Si tienen algo de razón, pero no totalmente. En realidad todos, sin excepción, tímidos y no tímidos, tenemos algún grado de egoísmo. Puede ser desde una pequeña pizca hasta una gran cantidad muy notable, pero en nadie falta, persona o animal, por lo menos en ciertos momentos y en diferentes grados.

Los tímidos, al estar con otras personas, ponemos más nuestra preocupación de ese momento en nosotros. «¿Y si digo esto estará bien?», «¿que pensarán de mi?», «¿cómo me veré?», «¿no será tonto lo que voy a decir?»,  «¿y si no me hacen caso?», «y si soy ridícula o cursi?». Por tanto casi nunca nos arriesgamos.

Pero solemos ver a los demás como gente muy feliz, mientras pensamos que solamente nosotros sufrimos. Ellos se ven autosuficientes, seguros, nada les falta. No sentimos, la verdad, hacer tanta falta.

En fin, la inseguridad hace que uno se ensimisme más de lo que debería; que seamos muy reservados, poco demostrativos por vergüenza, pero también vemos a las personas que no son timidas como gente más… «normal» y afortunada, sin complejos y desinhibidas. Nada les da vergüenza, hablan libremente, ríen libremente, y además saben siempre que hacer, que decir, como actuar, como comportarse… ya quisiera uno ser como ellos. A veces se espera de nosotros lo que no nos sentimos capaces de hacer.

Es la supuesta superioridad de los demás la que nos apabulla. Ellos nos quieren ver como iguales pero nosotros no nos vemos así. Entonces sienten nuestra actitud como egoísmo o también podemos parecer engreídos.

Sin embargo es totalmente falso, como dicen algunos, que «a un tímido solo le importa lo que pasa dentro de sí y no le importa nada más». Las personas que dicen eso deberían experimentar la timidez para darse cuenta que tan cierta es la anterior afirmación. Eso es lo que tal vez parece, pero sí pensamos mucho más allá de nosotros mismos, y de hecho más tiempo tenemos para ello. No mostrar mucho ni estar comunicando siempre todo lo que pensamos, sentimos o hacemos no significa que adentro no haya nada. Tampoco falta sensibilidad ni consideración con los demás.

Si eres tímido(a) y alguien te dice que por eso eres egoísta puedes decirle que si (porque te cuidas de no sufrir aunque no lo logres, aislándote un poco de los demás), pero que él también lo es a su manera. La verdad es que nadie ve lo propio. O si lo que pretende esta persona es animarte a dejar la timidez, que no se favorezca a si mismo ni favorezca a los demás por encima de ti, como si fueran mucho mejores.

El tema de la autoestima.

A la timidez se le ha ligado también con la «baja autoestima». ¿Qué es la autoestima? Se supone que es estimarse a si mismo. Pienso si tal vez no se ha confundido el quererse a uno mismo con creer en uno mismo o pensar siempre bien de uno mismo, es decir, con la autopercepción. O si estimarse o amarse es lo mismo, creo que lo segundo es más profundo.

La verdad es que no sentirse competente en todo, y hasta deprimirse por tal motivo, no significa que uno no se ame. ¿De veras existirá alguien que no se quiera?. Igual como se puede tener el mejor concepto o admiración por otra persona a quien no se ame, también se puede amar a alguien aunque tenga sus defectos y se piensa que pudiera ser mejor, incluyéndonos a nosotros. Amar es una cosa, admirar otra, pueden ir juntas pero no es lo mismo.

Tal vez quienes llegan a los extremos de suicidarse o hacerse deliberadamente daño de alguna manera en verdad no se quieren, ni a ellos ni a nadie, o simplemente lo hacen en un momento en que no piensan, con la mente nublada, creyendo que es lo mejor, pero el amor propio es instintivo y todos intentamos cuidarnos, sea o no equivocado ese cuidado, y nos deseamos el bien.

Incluso el que vive insultándose en el fondo es porque desea ser mejor o haber sabido hacerlo mejor, pero se cae en un círculo que solo lleva a depresiones en lugar de tomar mejores acciones para conseguirlo o remediarlo.

Hasta quien se siente o cree sentirse poco valioso porque no tiene las cualidades que quisiera o le han dicho que debe tener, mientras sigue viviendo sigue cuidándose en todos sentidos. Generalmente todo mundo desea ser feliz (excepto quienes por algún motivo se estén castigando), incluso quien supuestamente tiene baja autoestima.

A este propósito, encontré un PDF  interesante de la Sociedad Chilena de Programación Neurolingüistica, de 4 páginas:

No existe la baja autoestima

Amor es amor, autoconfianza es autoconfianza. Y referente a la frase «quien no se ama a si mismo no puede amar a los demás«, la que por cierto traté de asumir, aceptar y admitir porque la leí en varias partes, sabiendo que no era tan cierta pero tenía que convencerme con el sincero deseo de mejorar. De la misma manera acepté mi diagnóstico de «baja autoestima».

Esta frase de «quien no se ama a si mismo no puede amar a nadie» surgió con el apogeo del tema de la autoestima y los libros de autoayuda hace unas décadas.

Ha sido bastante aceptada por muchos como verdad absoluta y discutida solo por algunos, y suponiendo que fuera cierto lo de la autoestima o la baja autoestima, se basa en la filosofía «de la nueva era» y en una lógica muy simple: «no se puede dar lo que no se tiene«, pero el amor no es como una materia física que se tiene para repartir y la mente y los sentimientos no son algo tan simple ni siguen tanto a esa lógica, todo es más complejo.

Hay personas que están en el corazón por ellas mismas, independientemente de lo que pensemos de nosotros o que competentes nos sintamos. Sin embargo, es cierto que al no tener mucha confianza en uno mismo la vida se vuelve un poco amarga, y aunque haya mucho cariño no se puede amar (ni tampoco vivir en general) con toda la alegría y plenitud, pero no que no exista el sentimiento.

Se supone y se ha dicho que la autoestima es la solución para todo, pero hay más gente deprimida ahora que nunca antes.

Repetirse continuamente «me quiero mucho» de nada o poco sirve; o por lo menos a mi no. Tampoco frases tipo «soy fabuloso(a)», «soy maravilloso(a)», «soy valioso(a)», ni repasar las propias cualidades ni anotarlas ni repetirlas. Esas afirmaciones son pasivas, se necesita algo más activo. Más que falta de amor es falta de confianza en ciertas capacidades.

Reconocer otras cualidades o capacidades que podemos tener no siempre ayuda a alguien a sentirse más seguro de si mismo (que es trabajador,  leal, buen hijo o muy bueno para tocar el piano o para la física) puesto que no se tienen las que se necesitan en un momento determinado.

Las habilidades sociales son insuficientes o así se sienten (es muy torpe para iniciar una conversación, o no sabe cómo hablarle a alguien, o controlar sus nervios al hablar ante un grupo y se le olvida todo), pero nada de esto quiere decir que no se ame o que se aborrezca.

De hecho ahora pienso que es una brutalidad decirle a alguien que no se ama, y no solo eso, sino que tampoco ama a nadie y que solo los necesita. Hay que admitir la complejidad del ser humano fuera de fórmulas simples, y reconocer incluso que a veces se puede amar a alguien más que a uno mismo, como una madre que puede dar la vida por su hijo.

Pero entonces, si alguien en verdad no se quiere (que en raros casos si podría ocurrir) no tiene por qué hacer nada para remediarlo; no se puede forzar a amar nada, no puede ser obligatorio. Si busca ayuda quiere decir que si se preocupa por sí, pero si le meten en la cabeza que no se ama por qué tendría que esforzarse por salir de su agujero.

He leído varios libros y artículos que hablan sobre la autoestima. Ya no creo tanto en eso, o por lo menos no en la forma que se maneja, pero si pueden encontrarse algunos consejos para aumentar la autoconfianza, o no tener tanto miedo a fallar o al rechazo. Aún así, sugiero (sugerencia nada más) no perderse tanto en esos libros y animarse a uno mismo de manera más realista, tratando de actuar.

Enlaces de interés:

¿Cómo se vence la timidez?

He tratado de poner en práctica muchos consejos para vencer la timidez, pero no logro desarrollar el hábito… o mas bien ya he empezado por fin. Una psicóloga me dijo que lo mío era muy fuerte y desistió conmigo. ¿Será cierto que no tengo remedio? no lo creo ni lo debo creer y ninguna otra persona debe darse por vencida. Otra me dijo que tal vez necesito varias sesiones de psicoterapia por algo que ni yo misma sé que es me está bloqueando.

Ya estoy en edad madura y no he podido superarlo. Aunque en realidad lo mío no ha sido solamente una timidez, sino que la inseguridad extrema me hizo desear desde niña no crecer y quedarme así para siempre, pero obviamente el tiempo pasa y uno se ve forzado a crecer. Lo que pasa es que de niña, hace ya muchos años, veía a los adultos tan autosuficientes, hacer muchas cosas solos sin depender de nadie, ir a todas partes, tomar decisiones, cuidar a otros, hacer cosas complicadas como manejar un auto… no pensé que al crecer yo y volverme adulta pudiera hacer todo eso, creí que nunca podría… y ahora veo lo absurdo de esos temores.

También a partir de bullyng en la escuela porque supuestamente era muy tonta, y rechazos en aquel entonces me volví aún más callada y reservada, mucho más todavía (también menosprecios por parte de alguna persona de mi familia). Era tímida desde antes, pero desarrollé la idea de que había algo malo en mi, o tal vez no malo pero si rechazable, debido a la repugnancia que algunos compañeritos me demostraban aunque no sé muy bien el motivo.

Posiblemente se debía a que uno proyecta de alguna manera como se siete consigo mismo, y otros lo pueden captar consciente o inconscientemente. Y si, de hecho era insegura y si me sentía tonta, aunque no tanto como decían. Aumentó mi vergüenza para hacer todo y para todo.

Era aplicada y con buenas notas. Claro que las notas escolares no son indicativo necesariamente de inteligencia pero ellos estaban convencidísímos que era muy «burra».

Desde siempre fui una niña reservada. Eso si, con ganas de tener amiguitos y llevarme bien con todos. He tenido etiqueta de tonta toda la vida, es la impresión que doy a la gente en general, la apariencia que tengo, sobre todo por no hablar mucho.

El origen de la timidez es inseguridad. Para resolver un problema hay que ir hacia el origen. Necesitamos desarrollar mucha fortaleza… no hacer tanto caso a otros si solo quieren molestar… no tener miedo de fallar o que algo salga mal… convencerse que el rechazo o incluso el ridículo no son el fin del mundo… convencerse que nadie es ni tiene que ser perfecto… y sobre todo poner más atención en las otras personas, olvidándonos de nosotros y de como nos vean… precisamente para no caer en el egocentrismo.
  • Cuando estés con otros trata de concentrarte en ellos y en lo que pasa a tu alrededor, y olvídate de tu personita y de cómo la vean.
  • No culpes a nadie de ser como eres, aunque te sientas víctima de algo. Admite toda tu responsabilidad y no des a otros el poder que siempre has tenido.
  • Acepta los riesgos con las otras personas. Aún si pasa lo que temes… la vida sigue y tu también… no te conviertes en cucaracha mientras los demás te observan con ojos penetrantes. El mundo sigue girando aún si alguien te rechazara o no te contesta (solo que a veces creemos que esto va a suceder y no es así, a veces las personas tienen mejor percepción de nosotros de la que creemos).
  • Aún si no hablas mucho procura sentarte derecho(a) y caminar llevando la cabeza en alto, no la agaches (y eso es algo que con frecuencia olvido).
  • No necesariamente tienes que llegar a convertirte en una persona muy extrovertida ni en el alma de la fiesta, solo quitar de ti lo que estorba para ser mejor para ti mismo y para los demás.
  • Paradójicamente, cuando te aceptas tal como eres, es cuando empiezas a cambiar.

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